sábado, 15 de noviembre de 2008

Este cuento no se ha acabado

Voy a contar un cuento.

Érase una vez un muchacho de escasas cualidades pero grandes parentescos que consiguió, muy bien recomendado, plaza de becario de lujo en un organismo público en el extranjero. Resultó que el susodicho salió rana, y al cabo de un año terminó discreta y dignamente expulsado del trabajo, tras probársele un caso de pertinaz acoso sexual a una compañera de oficina y ser acusado judicialmente de lo mismo por otra joven. Pese a tales antecedentes, y gracias al generoso nepotismo que guiaba su carrera, poco le costó a nuestro protagonista salir airoso del evento y lograr un nuevo puestazo, esta vez como asesor de copete en uno de esos países que nadie quiere reconocer y en los que los funcionarios extranjeros cobran fortunas. Cansado del lugar, al poco el padrinazgo familiar logró encontrarle cobijo de nuevo, con nómina en el trópico, en la misma organización internacional de la que fuera expelido por zalamerías criminógenas.

Todo lo que he contado, por supuesto, no tiene ni un viso de verdad ya que, como todos sabemos (nos los enseñaron desde niños), los malos nunca ganan, el que la hace la paga y a los puestos de responsabilidad se llega por meritos personales, con esfuerzo y honestidad. Y colorín colorado.


(Foto: Luis Echanove)

1 comentario:

Anónimo dijo...

-Michael: My father is no different than any powerful man, any man with power, like a president or senator.

-Kay Adams: Do you know how naive you sound, Michael? Presidents and senators don't have men killed.

-Michael: Oh. Who's being naive, Kay?

The Godfather 1972
Francis F Coppola