martes, 31 de marzo de 2009

Agujero negro

Y de pronto todo converge de nuevo en una singularidad de densidad infinita. Las selvas del Perú. Las armaduras de los guerreros medievales. Los microchips de los procesadores fabricados de Sylicon Valley. Las alas de mariposa y todos los tifones del mundo. El polvo estelar de los anillos de Saturno, la aurora boreal, una distante estrella de neutrones y una enana blanca. Todas y cada una de las piedras que conforman la Muralla China y también todos y cada una de las neuronas del cerebro de todos y cada uno de sus constructores. Y los átomos del mejor vino del mundo, y también los del agua más infecta del pozo más negro en la barriada mas pobre de país más subdesarrollado…y de pronto todo converge. El adiós de los muertos, el llanto de los que nacieron, los de ayer y los de hace cien generaciones, y la tristeza, y la alegría, todo converge si, hacia una nada distante, próxima, totalizadora.

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