martes, 13 de marzo de 2012

El hombre solo

Una minima fracción de la familia humana vive aun en situación de absoluto aislamiento con respecto del resto (1). En lo más espeso de la Amazonía y de las selvas de Nueva Guinea (2), varias docenas de grupos étnicos permanecen al margen de la gran corriente cultural unificadora, completamente separados de la tupida red de enlaces que nos une a los demás en esa maraña llamada la aldea global. Casi siempre solo sabemos de su existencia por indicios indirectos: cabañas abandonabas en la jungla, leyenda y rumores sobre su presencia…a veces, una avioneta descubre casualmente una aldea de indígenas en un claro en medio de la inmensidad del bosque y filma la escena de los amedrentados lugareños disparando sus flechas al aire, contra el pájaro de metal, presas del terror. Las imágenes dan la vuelta al mundo y, por un segundo, viendo el telediario del medio día, volvemos a recordar que aun hay otros mundos, aunque estén a punto de extinguirse.

En algunos casos, esas elusivas tribus incluso desconocen la existencia de otros seres humanos. En la mayoría, en cambio, han optado en realidad por esa separación voluntaria, amedrentados ante el avance de la 'civilización',  en forma de deforestación, latifundistas hambrientos de tierras y compañías mineras ávidas de los recursos del subsuelo. Brasil, para poner coto a estos desmanes, comenzó hace unos años a crear áreas protegidas para exclusivo uso de esas tribus sin nombre y de las que apenas nada sabemos.

Muchos consideran la decisión consciente de negar a estas personas el acceso a la salud  o educación modernas una crueldad inadmisible, como si tales grupos humanos careciesen de sus propias respuestas ante la enfermedad y de sus propios modos de educar a su prole. De todos modos, con la creación de estas 'reservas', las autoridades no buscan solamente preservar la identidad propia de estos grupos, en base a la defensa del relativismo cultural o imbuidos por al mito del buen salvaje. Se trata, en última instancia, de proteger a estas personas frente al extermino físico. Y es que, para los pueblos tribales aislados, el mero primer contacto con las gentes del mundo exterior provoca en poco tiempo una mortandad masiva, dada su falta de inmunidad frente a muchas de nuestras enfermedades actuales.

En el Estado brasileño de Rondonia unos cientos de hectáreas forestales han sido demarcados recientemente para el uso  disfrute exclusivo de un único individuo: se trata del último superviviente de una de estas tribus sin nombre. El grupo vivió en completo aislamiento del mundo exterior hasta hace pocos años, cuando una banda de rancheros se topó con ellos y asesinó  a sangre fría a todos los miembros de clan tribal excepto a uno, que logró escabullirse en la floresta.  Esto, al menos, es lo que los antropólogos dedujeron cuando hallaron en la zona  trampas para animales, restos de fogatas y otros indicios de la presencia de un único individuo viviendo solo en lo más tupido de la selva.

Este  último representante de su pueblo vive en la soledad más absoluta, sin nadie con quien siquiera hablar. Incluso aunque se topase con otros seres humanos, nada podría expresarles en palabras, puesto que ya solo él habla su idioma (3).

De modo completamente casual, recientemente fue brevemente filmado en la distancia, escondido entre unos arbustos.  Es imposible no conmoverse viendo su rostro asustado, lejano y cercano a la vez. Es, sin duda, el hombre más solo del Planeta (4).

Foto superior: Luis Echanove, inferior: Survival Intetnational
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(1) La pagina 'Uncontacted Tribes' de la ONG Survival International contiene copiosa información sobre las tribus no contactadas, incluidos mapas con su localización. http://www.uncontactedtribes.org
(2) Y también en la isla  de Sentinel del Norte, a cuyos pobladores ya dediqué un par de entradas en este blog:
(3) Sobre el asunto de las lengas habladas por una o muy pocas personas, véase la entrada:
(4) Video del encuentro:

1 comentario:

Mankuso dijo...

"Aquí no queda ninguna presencia de espíritus. Soy el último del Pueblo, cuando haya desaparecido, será como si nunca hubiésemos existido". Ishi.

Fronteras también publicó una entrada sobre el asunto:

http://fronterasblog.wordpress.com/2011/11/17/el-hombre-mas-solitario-de-la-tierra/