Hubo un tiempo, cuando yo era adolescente, en el que a veces recopilaba titulares de prensa chocantes. Me interesaban sobre todo los de tono absurdo, más que los puramente sórdidos, amarillistas o truculentos. Buscaba con mi coleccionismo encontrar argumentos para cuentos falsamente surrealistas –puesto que en verdad estarían basados en historias reales, aunque increíbles. Recuerdo al menos dos de esos paradójicos titulares: “Mujer obesa muere succionada por un inodoro”(ocurrió en un avión) y “Fogosos murcianos muerden a bailarinas brasileñas” (fue durante el carnaval de Cartagena, hace dos décadas). Naturalmente, y por fortuna para los potenciales lectores, nunca escribí tales cuentos.
Como por azar, aquel vicio mío de recopilar noticias irracionales parece haber resurgido, o es que a lo mejor la actualidad depara una cantidad tan notable de información esperpéntica que no me he podido sustraer a ella. Hete aquí tres noticias con las que me he tropezado en los últimos días. Todas ellas proceden de medios serios y prestigiosos (la BBC, el Economist y El País), y todas comparten además un mismo argumento fundamental: la muerte como negocio.(i)Una empresa norteamericana se dispone a producir y comercializar diamantes generados a partir de los átomos de los pelos chamuscados que Mikel Jackson perdió en un incendio fortuito durante el rodaje de uno de sus videos musicales. (ii)El más célebre presentador de la televisión brasileña ha sido detenido acusado de contratar varios asesinatos de personas al azar. El tipo dirigía un reallity show en el que su equipo de televisión lograba llegar a escenarios de crímenes y encontrar los cadáveres antes que le propia policía; lo conseguía, evidentemente, porque en realidad eran sicarios a sueldo del programa quienes se encargaban de asesinar a las infortunadas víctimas. (iii) El tanatorio de Copenhague ha firmado un contrato con una empresa de electricidad para que la energía generada por la incineración de cadáveres en el crematorio alimente las calefacciones del vecindario. Un comité ético presidido por la Iglesia Luterana Danesa, creado para estudiar el asunto, no sólo no ha puesto pegas al proyecto, sino que ha subrayado los positivos efectos medioambientales que esta reutilización energética tendría. Por su parte, al danés de a pie parece importarle poco que su calefacción durante el crudo invierno nórdico se alimente con el calor generado por la combustión de la abuela difunta.
Siempre se ha dicho que la realidad supera a la ficción. Yo tiendo a pensar que la ficción, simplemente, ya no existe.
(Foto: Luis Echánove)
Como por azar, aquel vicio mío de recopilar noticias irracionales parece haber resurgido, o es que a lo mejor la actualidad depara una cantidad tan notable de información esperpéntica que no me he podido sustraer a ella. Hete aquí tres noticias con las que me he tropezado en los últimos días. Todas ellas proceden de medios serios y prestigiosos (la BBC, el Economist y El País), y todas comparten además un mismo argumento fundamental: la muerte como negocio.(i)Una empresa norteamericana se dispone a producir y comercializar diamantes generados a partir de los átomos de los pelos chamuscados que Mikel Jackson perdió en un incendio fortuito durante el rodaje de uno de sus videos musicales. (ii)El más célebre presentador de la televisión brasileña ha sido detenido acusado de contratar varios asesinatos de personas al azar. El tipo dirigía un reallity show en el que su equipo de televisión lograba llegar a escenarios de crímenes y encontrar los cadáveres antes que le propia policía; lo conseguía, evidentemente, porque en realidad eran sicarios a sueldo del programa quienes se encargaban de asesinar a las infortunadas víctimas. (iii) El tanatorio de Copenhague ha firmado un contrato con una empresa de electricidad para que la energía generada por la incineración de cadáveres en el crematorio alimente las calefacciones del vecindario. Un comité ético presidido por la Iglesia Luterana Danesa, creado para estudiar el asunto, no sólo no ha puesto pegas al proyecto, sino que ha subrayado los positivos efectos medioambientales que esta reutilización energética tendría. Por su parte, al danés de a pie parece importarle poco que su calefacción durante el crudo invierno nórdico se alimente con el calor generado por la combustión de la abuela difunta.
Siempre se ha dicho que la realidad supera a la ficción. Yo tiendo a pensar que la ficción, simplemente, ya no existe.
(Foto: Luis Echánove)
1 comentario:
Me parecen un horror esas noticias tan truculentas
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