Te escribo desde una lejanía inmensa. Imagina que viajé a otros universos y desde allí, confuso, te envío cartas, cartas escritas con letras como palotes mortecinos, secos, incapaces de aproximarse ni un milímetro más allá del papel. En un primer momento sentirás el triste soplo del vacío que media entre nosotros. Pero enseguida sonreirás: mis cartas son sólo cartas, y las cartas nunca se entienden.
(Foto: Ignacio Huerga)
(Foto: Ignacio Huerga)
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