domingo, 25 de septiembre de 2016

Contando elefantes


Siempre me ha gustado conocer las cifras de todo aquello que me interesa. Tendemos a entender el mundo a partir de apriorismos subjetivos, de modo que casi siempre nos olvidamos de que, a fin de cuentas, todo existen en determinado número. Pensamos, por ejemplo, que África es un continente poblado por un inmenso número de omnipresentes animales salvajes:  imaginamos las sabanas del continente pobladas por millones de cebras, jirafas, elefantes o leopardos.

Hoy me ha picado la curiosidad y he navegado extensamente por Internet intentando poner cifras a esos grandes animales africanos. Calcular el número de hipopótamos o de bonobos no es precisamente un ejercicio tan preciso como hacer un censo de población de humanos. No obstante, en los últimos años los biólogos han hecho un esfuerzo serio para calcular a grandes rasgos cuantos ejemplares quedan de muchos de los mamíferos africanos más populares. No obstante, contar grandes ‘bichos’ no es, ni mucho menos, una ciencia exacta. He tenido que consultar más de una treintena de páginas Web para obtener resultados convincentes, y de algunas especies que también me interesaban, como las gacelas, las hienas, no he encontrado ni la minina referencia poblacional.

A pesar de todo me doy por satisfecho con los datos que he logrado reunir. Son verdaderamente sorprendentes…y tristes. En África viven 1,100 millones de personas, pero solo 30,000 leones. Las cebras, que tan numerosísimas nos parecen cuando las vemos en grandes manadas en los reportajes de la tele, son en realidad tan solo unas 660,000 en todo el continente; ósea, hay una proporción de una cebra por cada 2,000 africanos, más o menos.

Las cifras también nos permiten sopesar la importancia de unos animales respecto de otros, y los resultados son a veces sorprendentes. Por ejemplo, tienes 20 veces más posibilidades de avistar en África un leopardo que un guepardo, y también es inmensamente más probable toparse con un elefante en lugar de con un rinoceronte. Yo nunca hubiera dicho que de hecho hay casi el doble de elefantes que, de chimpancés, o que hay muchísimos más hipopótamos que jirafas.

En el fondo, tiene sentido que nuestra imaginación nos engañe y nos haga pensar que en realidad son muchos más los animales que pueblan África, ya que hubo un tiempo en que las cosas, en verdad, eran bien diferentes. Es estima que hace un siglo vivían en África 4 millones de elefantes; hoy se calcula que su población se ha reducido a algo más de una décima parte de esa cifra. Los leones, por su parte, pasaron en el mismo periodo de 200,000 a 30,000, en tanto que, en el caso de los rinocerontes, la caída ha sido en estos algo más de 100 años, todavía más brutal: de 400,000 a 26,000.

La estimación más antigua del número de gorilas en África data de los años 60. En aquella época se consideraba que casi un millón de estos grandes simios poblaban el trópico africano. Los censos actuales han reducido ese número a apenas 160,000. El caso de las jirafas es particularmente llamativo: En los últimos 15 años han caído a la mitad.

El primer paso afrontar un problema es conocer su dimensión real. África está viviendo una extinción masiva de especies. Por mucho que las fotos del National Geographic aún nos muestren un idílico paraíso superpoblado de maravillosos animales, la verdad es que, fuera de contados parques naturales, África es ya un yermo de la gran fauna. 

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