
En cada instante de nuestra vida se abre un abanico infinito de opciones ante nosotros: andar o coger el coche, leer un libro o ver la tele, hacer el amor o sestear…según la tesis de los universos paralelos, todas las opciones suceden de forma concurrente, de modo que nuestra vida concreta, hasta el presente, no es sino una de esas infinitas probabilidades, todas ellas ciertas, todas ellas ocurriendo a la vez. Así, en ciertos universos Hitler ganó la segunda guerra mundial. En otros, los dinosaurios nunca se extinguieron. Los hay incluso en los que nunca rompimos con aquel primer amor de juventud.
Hay algunos mundos en todo idénticos a este mismo dentro del cual escribo en mi blog salvo que, al crear la presente frase, en lugar de escribir la palabra idénticos, opté por el término iguales. Hay pues Universos para todas las opciones posibles de la existencia. En algunos Rajoy es un tipo dicharachero, en otros Bin Laden es un monje trapense y los hay también en los que Carla Bruni se casó con Zapatero.
Lo mejor del asunto es que no necesitamos elegir en cual de entre tal maremágnum de universos paralelos nos gustaría vivir: Cada uno de nosotros ya habita, simultáneamente, en una infinitud de tales mundos.
(Foto: Luis Echanove)
No hay comentarios:
Publicar un comentario