La mística europea debe a la ciudad de Estrasburgo algunos de sus momentos mas notables y de sus figuras más destacadas.
A inicios del siglo XIII, Renania en general, y Estrasburgo en particular, se convierten en el epicentro de una nueva corriente de pensamiento místico que removerá los fundamentos mismos del catolicismo tradicional. El Maestro Eckhart (1260- 1328), la gran figura de la mística medieval, vivió en Estrasburgo entre 1313 y 1326. Monje dominico, condenado por el papado como heterodoxo su mística se funda en la idea de que si Dios es pura simplicidad, el hombre debe intentar llegar o volver lo más cerca de ella, despojándose de todo lo que no sea Él mismo. Johannes Tauler (circa 1300-1361), fue uno de los principales discípulos de Eckhart y se le considera el fundador de la mística alemana. Tauler nació en Estrasburgo, en donde ejerció como predicador varios años hasta su expulsión de la ciudad en 1338. Regresó a Estrasburgo en 1343; en donde residió hasta su muerte, pasando varios intervalos viajando por Renania y los Países Bajos. Su lapida sepulcral aun se conserva en la iglesia estrasburguesa del templo Nuevo, ubicada en el antiguo emplazamiento del convento dominico. Nicolás de Estrasburgo, dominico como Tauler y Eckhart, fue también un notable místico. Responsable máximo de la orden en Alemania, ejerció, por encargo del papa, la labor de juez en el proceso inquisitorial contra Ekhart, exculpándole de todos los cargos.
El segundo gran momento del desarrollo del pensamiento místico en Estrasburgo se produce al calor de los inicios de la Reforma. La capital alsaciana, ganada enseguida para la causa del protestantismo, acogió a numerosos pensadores y predicadores heterodoxos, algunos de los cuales descollaron por su visión mística. Caspar Schwenckfeld (1490- 1561), padre del movimiento protestante en Silesia y que propugnaba una vía de iluminación interior, según él mucho más importante que la revelación bíblica, residió en Estrasburgo entre 1529 y 1534. Sebastian Franck (1499- 1543), otro ferviente humanista de la Reforma y místico nacido en Basilea, también residió en Estrasburgo, en donde publicó, en 1531, la Chronica, Zeitbuch und Geschichtsbib, su obra más importante. Franck creía que Dios se comunica con los individuos a través de una porción de la divinidad que permanece en cada ser humano. Sus opiniones religiosas le valieron la condena del propio Lutero y la expulsión de la ciudad del Rin.
El siglo XVII también ofrece varios interesantes ejemplos de importantes místicos vinculados a Estrasburgo. Angelus Silesius (1624- 1677), poeta y místico alemán de origen protestante pero después convertido al catolicismo, estudió en la universidad luterana de Estrasburgo. La más importante y conocida de sus obras, el llamado Peregrino Querubínico es considerada la obra más señera del misticismo europeo de la época. Consiste en una colección de aforismos rimados imbuidos de panteísmo, e inspirados en el Maestro Eckhart, Tauler y otros autores. También se formó en Estrasburgo Johann Georg Gichtel (1638 –1710), otro prominente místico heterodoxo de origen protestante. El pietismo protestante también echó raíces en Alsacia. En fundador de este movimiento religioso, que otorga especial importancia a la dimensión espiritual de cada persona, fue el alsaciano Philipp Jacob Spener (1635-1705), también graduado en la universidad estrasburguesa.
Curiosamente, varias de las más formidables figuras de la mística occidental reciente están también íntimamente vinculadas a Estrasburgo. Charles de Foucauld (1858-1916) nació en Estrasburgo, en el domicilio familiar situado en el antiguo emplazamiento de la mansión del alcalde Dietrich, donde Rouget de Lisle había cantado por primera vez La Marsellesa en 1792. Foucauld tras una carrera como militar, aventurero y vividor, fue en su madurez un místico contemplativo, viviendo los últimos 15 años de su vida retirado en el desierto del Sahara, en donde murió asesinado.
Albert Schweitzer (1875 -1965), también alsaciano, fue medico, músico, misionero en África, filósofo y místico, y vivió en Estrasburgo gran parte de su vida adulta. Autor, entre otras obras de El misticismo de Pablo Apóstol (1930), su puesta en práctica de su espiritualidad de "Reverencia por la vida" le valió el Premio Nobel de la Paz y el reconocimiento mundial.
Simone Weil (1909- 1943), otra enorme figura de la mística contemporánea, era hija de un judío de Estrasburgo. Agnóstica y militante comunista en su juventud, tras una experiencia trascendente, desarrolló todo un pensamiento espiritual enormemente rico. El monje trapense y místico franco-norteamericano Thomas Merton (1915-1968) pasó en Estrasburgo periodos de su vida de estudiante, perfeccionando su francés y su alemán, en una etapa clave en su proceso de conversión.
Estrasburgo es también un eje importante en la difusión de la meditación de raíz budista en Europa Occidental. El alsaciano Olivier Reigen Wang-Genh, líder desde 1986 de la comunidad budista zen de Estrasburgo es el presidente de la Unión Budista de Francia y vicepresidente de la Federación Internacional de Zen.
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