A mi padre
Navegas en busca del crepúsculo, escondido en el mar que llevas dentro. Sabes bien que, bajo las olas, un mundo frío y distante te arropa. Miras al frente, como entreviendo la línea distante de un horizonte apenas dibujado entre las brumas.
Solo, sí, porque aunque hables, aunque grites, aunque ores, nadie responderá a tus palabras, ni recibirá tus gritos, ni escuchara tus plegarias.
Sólo en tu barca, atrapado en un océano inabarcable de espumas caprichosas y preguntas sin respuesta.
(Foto: Luis Echanove)
Navegas en busca del crepúsculo, escondido en el mar que llevas dentro. Sabes bien que, bajo las olas, un mundo frío y distante te arropa. Miras al frente, como entreviendo la línea distante de un horizonte apenas dibujado entre las brumas.
Solo, sí, porque aunque hables, aunque grites, aunque ores, nadie responderá a tus palabras, ni recibirá tus gritos, ni escuchara tus plegarias.
Sólo en tu barca, atrapado en un océano inabarcable de espumas caprichosas y preguntas sin respuesta.
(Foto: Luis Echanove)
No hay comentarios:
Publicar un comentario