Corres rápido por la acera, porque sabes que puedes perder el autobús, y si pierdes ese autobús no llegarás a tiempo a la cita, y si eso sucede, ella no te va a perdonar lo de ayer, y si ella no te perdona lo de ayer, tal vez rompáis vuestra relación, y si rompéis vuestra relación, al final no os casareis, ni tendréis una hija al segundo año de matrimonio. Y si esa hija no nace, no existe nunca, entonces habrá un vacío inmenso en el universo, un hueco enorme como un pozo infinito, cuyo fondo, como el de un agujero negro, no se ve. Por eso corres por la acera, y te golpeas con las farolas y las papeleras a cada paso, porque lo que está en juego es, ni más ni menos, un agujero negro.
(Foto: Luis Echanove)
1 comentario:
Precioso
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