Cada golpe, cada bofetada, cada insulto, cada lágrima, cada ruego, cada petición de piedad al verdugo…cada segundo de dolor cruel, de herida innecesaria, de humillación… cada mofa, cada ultraje…cada llaga horrenda… todo queda para siempre escrito en el libro de la verdad y la justicia. Mil años pasarán, o tal vez ninguno, pero un día ese libro será al fin abierto, y todos podremos quizás leer sus letras temblorosas sus asustados capítulos…y sabremos, llegados al renglón final, si también nuestro nombre estaba escrito en la lista enorme de ayudantes silenciosos de los torturadores.
Dedicado a todas las víctimas de la brutal y sistemática tortura ejercida en las prisiones de Georgia.
(Foto: Luis Echanove)
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