No comprendo porqué la mayor parte de los medios de comunicación destacan siempre en sus titulares y portadas un reducido numero de posibles hechos de la realidad (desastres naturales, guerras, reuniones políticas, los índices bursátiles, los resultados futbolísticos, el tiempo y la pluvosidad previstos y poco más) Se supone que son las que más interesan; aunque yo más bien pienso que nos tragamos lo nos echen. El criterio de que lo inusual es noticia, y lo habitual no lo es, tampoco me convence. ¿Hay algo más cotidiano que el hecho de que Soria marque la temperatura minima de España o que el Madrid y el Barcelona ganen un partido de futbol? Sin embargo de esas cosas hablan también los telediarios. Para mi la relación entre los periodistas y la gente (ese organismo anónimo del que todos y cada uno de nosotros somos una simple célula) es de naturaleza onanistica -o, para ser menos brutal, llamémosla simbiótica: los medios destacan el tipo de noticias que el público busca encontrar en ellos, y el público espera tales clases de noticias porque son las que tradicionalmente los medios les ofrecen.
Veamos un par de ejemplos recientes de noticias que, pese a su evidente relevancia objetiva, no acapararon ni una reseña breve en informativos televisivos o en primeras planas:
(1) Por primera vez en 50 años la lista de los países en los que el español es la lengua mayoritaria acaba de incrementarse. Ha sido además la única ocasión en la historia, hasta la fecha, en que la lengua de Cervantes reemplaza al inglés como idioma principal de una nación. Acaba de suceder en Belice, un pequeño país centroamericano, hasta ahora mayoritariamente anglófono, donde la creciente inmigración de hispanohablantes y la alta tasa de natalidad de los mismos han colocado al castellano, según las estadísticas oficiales de enero de 2012, a la cabeza sobre el inglés. Todavía estoy esperando leer la noticia en algún medio de prensa español.
(1) Leo en un artículo secundario de The Economist que un tipo en Estados Unidos ha logrado fabricar algo parecido a una hamburguesa de origen animal en su laboratorio y se dispone ahora a comercializarla. El producto se elabora a partir de células madre de músculo de vaca, multiplicadas después por millones en los tubos de ensayo. La MacProbeta tecnológica todavía resulta algo costosa para el gran público (un cuarto de millón de euros el filete) pero estoy convencido de que en pocos años (muy pocos, seguramente) perderemos los escrúpulos a la carne generada artificialmente. Y es que, por mucha grima que el asunto pueda dar a primera vista, lo cierto es que, los beneficios medioambientales e incluso morales de producir la carne de este modo parecen evidentes: enormes regiones del planeta dedicadas a pastos podrían revertirse en bosques; los vegetarianos lograrían al fin comer carne sin sentirse cómplices de un animalicidio (para extraer las células madres a la vaca no hace falta sacrificarla) y, aquellos de nosotros incapaces de diferenciar el gusto entre un chuletón y un filete ruso, apenas sufriríamos con el cambio. Claro está que pastores, ganaderos, matarifes y carniceros perderían sus empleos y vacas, ovejas o cerdos su razón de ser (tal vez sobrevivirían apenas algunos ejemplares, confinados a los zoológicos).
¿A que os han parecido interesantes estas noticias? No os gustaría un día encontraros con asuntos como estos en los resúmenes informativos de los noticieros o en la pagina principal de la Web de vuestro periódico favorito?
(Foto: Luis Echanove)
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