Solo quería entender lo que me pasaba. Pregunté otra vez al tipo alzado ante mi vista, pero no soltaba prenda. Solo veía sus pies, ahí, parados, frente a mi mirada. Unas abarcas grandes de cuero. Quien sabe, a lo mejor él no tenía tampoco una respuesta. O puede que no me oyera. Yo mismo era incapaz de escuchar mi propia voz.
Podía sentir el murmullo de sonidos a mí alrededor. '¿Qué pasa?' grité mentalmente una vez más.
Al fin un muchacho se acercó. Reclinándose a la altura de mis ojos, me miro fijamente y dijo: 'No pasa nada. Antes eras Luis XVI, Rey de Francia. Ahora eres solo una cabeza cortada'.
Podía sentir el murmullo de sonidos a mí alrededor. '¿Qué pasa?' grité mentalmente una vez más.
Al fin un muchacho se acercó. Reclinándose a la altura de mis ojos, me miro fijamente y dijo: 'No pasa nada. Antes eras Luis XVI, Rey de Francia. Ahora eres solo una cabeza cortada'.
(Foto: Luis Echanove)
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