martes, 31 de marzo de 2009

Descubrimiento de la herida

Mi amiga Chiky (Luisa Antolín), acaba de publicar un libro de poesía. Se llama “descubrimiento de la herida”, y lo ha editado Ediciones Vitruvio en su colección Baños del Carmen. Lejos de Madrid, en estas antípodas de cuento en las que vivo, no logro aquí hacerme con el poemario. He rastreado la Web, como quien pesca versos, y me he topado con algunos. También he dado con la bella crítica que la poeta Margarita Ballester ha hecho del libro [´La sonoridad de los poemas radica en la desnudez, en la levedad (…)].

Esos pocos versos de Chiky que he rescatado de las aguas del mar virtual me han abrumado…me han abrumado de belleza, de concisión, de serenidad y de profundidad.

"Un grifo mal cerrado,
una gota golpea el agua
monótona,
como la oración que sigue a la muerte,
repetitiva,
como el paso del tiempo,
densa,
como la sangre de una herida,
cada vez más sonora".

Son versos que piden ser leídos una y otra vez, como queriendo con ello capturar ese aire que se escapa, esa brizna de luz a la que apuntan, esa verdad inefable, escondida entre los renglones, en las metáforas desnudas, en las palabras precisas, suaves, tiernas y claras como el agua de Menorca.

Chiki, sigue regalándonos tu poesía. Sigue escribiendo para, como dice tu verso “abrir el corazón y hacerlo sangrar ( …) para que las heridas no se cierren nunca”.

Para comprar Descubrimiento de la herida:
http://criticadepoesia.wordpress.com/2009/03/23/descubrimiento-de-la-herida.

(Foto: Jorge Tutor. http://www.jorgetutor.com/).

Agujero negro

Y de pronto todo converge de nuevo en una singularidad de densidad infinita. Las selvas del Perú. Las armaduras de los guerreros medievales. Los microchips de los procesadores fabricados de Sylicon Valley. Las alas de mariposa y todos los tifones del mundo. El polvo estelar de los anillos de Saturno, la aurora boreal, una distante estrella de neutrones y una enana blanca. Todas y cada una de las piedras que conforman la Muralla China y también todos y cada una de las neuronas del cerebro de todos y cada uno de sus constructores. Y los átomos del mejor vino del mundo, y también los del agua más infecta del pozo más negro en la barriada mas pobre de país más subdesarrollado…y de pronto todo converge. El adiós de los muertos, el llanto de los que nacieron, los de ayer y los de hace cien generaciones, y la tristeza, y la alegría, todo converge si, hacia una nada distante, próxima, totalizadora.

lunes, 30 de marzo de 2009

Brilla como lluvia

Brilla como lluvia tu pupila.
Brilla luz de luna tu mirada.
Fría, luminosa y amarilla,
como el bronce brilla.
Brilla helada.

(Óleo de Cesar Caballero)

jueves, 26 de marzo de 2009

Paloma

Es difícil hacerse a la idea de que Paloma ha muerto. Cuando una persona tan alegre y vitalista como era Paloma se marcha, es hueco que nos deja a los demás, a los que nos quedamos, es, simplemente, imposible de llenar.

Conocimos a Paloma hace dieciséis años, en el curso de Cooperación al desarrollo del CEDEDAL y la Universidad Complutense. Fue un año mágico. Éramos una treintena de españoles y latinos compartiendo ilusiones, ganas de vivir, de viajar, de cambiar el mundo. Le enorme y diáfana sonrisa de Paloma era un ingrediente fundamental en ese espíritu de amistad colectiva, dónde todos y cada uno habíamos decidido, espontáneamente, poner lo mejor de nosotros mismos encima de la mesa.

Recuerdo a Paloma en clase y en las tertulias, cenas y fiestas que organizábamos, siempre irradiando ilusión. La recuerdo también, años después, contándonos sus experiencias en Marruecos, en Roma… Ahora Paloma se ha marchado de nuevo. Esta vez para siempre. Los que nos quedamos seguiremos cooperando, tratando de hacer un mundo diferente. Continuaremos la tarea, en tu recuerdo, Paloma.

Paloma Sancho murió el 24 de marzo.

domingo, 22 de marzo de 2009

Hayedo

Pulidos rayos de un sol suave.
Polvo en suspensión entre los troncos.
Detenido tiempo.
Mudo fijarse en ti.
Bosque olvidado.

(Foto: Luis Echánove)

A Richi

Antes de reir dibujabas una mueca, como un suspenso de felicidad a punto de expandirse. Cuando hablabas de mujeres, de Shakespeare o de los Beatles ese mismo gesto brotaba por sí solo, combinado con reflexiones de cabeza inclinada hacia atrás y un cigarrillo detenido en la mano izquierda.

Hojeabas los libros como jugando con olas del mar. Bebías cerveza igual que un león saciando su sed en los pantanos: sin alterar el rictus de mirada serena, franca, natural. Declamabas con la rudeza de un bardo celta y el alma de un niño cantor de Viena. Te vi besando a mujeres maravillosas, desgarrando canciones desenfrenadas y escuchar cien mil discursos con la misma ansia de aprender siempre. No es fácil escribirte algo más allá de un juego de palabras sencillo como este. Si desde algún lugar pudieras juzgar estas deshilvanadas frases romperías nuestra amistad hasta el final de los tiempos. Has tenido que morir con veintiséis años para recoger unas frases tan toscas a tu memoria.

Me pregunto qué habrá sido del libro de alemán que nunca abandonó tu compañía en esos paseos.

(Mi amigo Richi murió en las navidades de 1993).

(Foto: Ignacio Huerga).

martes, 17 de marzo de 2009

Islas

Mi afición a los mapas me empezó de niño: me relajaba dibujando planos de ciudades de ficción o islas de escabrosas costas inexistentes. Con lápiz de grafito trazaba las curvas de nivel. Carreteras de rotulador azul serpenteaban por las sierras del interior, siempre coronado con un gran volcán. La capital (desplegada en torno a un buen fondeadero); la pista del aeropuerto, los pueblos, a veces hasta los ríos, los bosques y los parques naturales…Mundos falsos que alteraba al capricho de los trazos del bolígrafo.

Después de unos años descubrí que algunas de esas islas dibujadas en mis fantasías habían decidido cobrar existencia real. Las encontraba aquí y allá, en remotos mares, indagando en mi interminable colección de atlas. Conocí así la isla de la Pasión, tachonada con exactamente trece palmeras; o aquella otra, en el corazón del Atlántico, cuyo villorrio capital responde al pomposo nombre de Edimburgo de los Siete Mares; o la isla llamada Inaccesible, tan remota, agreste y despoblada, que su interior sólo logró explorarse plenamente en 1982; o la isla de Wrangler, cuyos mamuts, los últimos del planeta en extinguirse, sobrevivieron en más de mil años a la construcción de las pirámides de Egipto; o la evanescente isla Thompson, de la que nada se sabe desde hace ciento diez años, o la selvática Sentinel del Norte, que no forma parte de ningún país y está poblada por la escurridiza tribu de los sentineleses, que jamás han entrado en contacto directo con el mundo exterior …lugares de fantasía, secretos bien guardados en los márgenes de viejas cartas náuticas.

Ahora casi nunca dibujo mapas; más bien dedico las horas muertas a recorrer con Google Earth la topografía de esas islas inverosímiles que un día inventé y ahora sé que existen.

(Fotos: Isla japonesa en el Pacífico Norte, Google Earth y fotografía de Ignacio Huerga)

domingo, 8 de marzo de 2009

la realidad existe

Hasta dónde sé, la noticia ha pasado completamente desapercibida. No obstante, se trata de una de los descubrimientos fundamentales de la historia de la humanidad. Yo me he enterado por casualidad, leyendo exhaustivamente un ejemplar reciente del Economist en el cuarto de baño.
La buena nueva, publicada a una sola columna en un rincón peregrino de la revista, es la siguiente: Dos equipos de físicos cuánticos acaban de demostrar en paralelo, aunque por separado, que la realidad existe por sí misma, al margen del hecho de ser o no observada. Kozuhiro Yokota, de la universidad de Osaka, acaba de publicar un artículo en el New Journal of Physcis. En él, se da cuenta de sus experimentos en los que prueba la denominada paradoja de Hardy, a saber: que cuando no son observadas, la materia y la antimateria pueden interactuar sin destruirse mutuamente. Jeff Lundeen y Aephrain Steinberg, de la universidad de Toronto, han logrado llegar a la misma conclusión, según el artículo publicado por ambos hace siete semanas en el Physical Review Letters.

El experimento, llevado a cabo con fotones, dio por resultado que en algunos lugares el número de fotones era inferior a cero, lo cual normalmente debería indicar que se había generado antimateria. Lo sorprendente del caso es que no existe la antimateria del fotón (el antifotón), puesto que los fotones, al parecer, son ellos mismos sus propias antipartículas.

Yo, cuando lea estas cosas, siento lo mismo que cuando miro el mar, o un cuadro de Velázquez. Por supuesto, no he entendido nada del artículo.
(Foto: Luis Echánove)